Una vez los discípulos, se preguntaban entre ellos quién sería el más importante, el más grande de todos y Jesús, leyendo sus pensamientos, pidió que le trajeran un niño y lo puso al medio, y dijo el que recibe a este niño me recibe a Mí y el que me recibe a Mí, recibe al que me envió, el más pequeño es el más grande y el más grande el más pequeño, quién se ensalza será humillado y quién se humilla será ensalzado.
Veamos estos gestos de Jesús, primero conocía perfectamente, sin escuchar, de que venían hablando sus discípulos, luego hace traer a un niño, y luego dice que él es el más importante de todos.
Debemos hacernos como niños, no infantiles, sino humildes, para entrar en el Reino de Dios. Gracias Jesús por habernos rebelado cosas tán importantes.
Adrián Prunotto
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