Había un Juez que no temía a Dios ni le importaban los hombres, y había una mujer que recurría a él para que le hiciera justicia, pero a él no le importaba, hasta que al final dijo para terminar con esta mujer molestia, le haré justicia. Si así actúa un juez malo, como Dios no va a atender a sus peticiones, aunque los haga esperar. Pidan y siempre se les dará.
Mas claro que las Palabras de Jesús no hay, de nuestra parte corresponde esperar y pedirle paciencia al Señor Jesús.
Adrián Prunotto
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