Si uno de tus hermanos peca repréndelo, si peca siete veces lo mismo perdónalo cuántas veces sean necesarias.
Nuevamente nos encontramos con el Amor Misericordioso del Señor, que no se cansa nunca de perdonarnos, somos nosotros los que nos cansamos de decir perdón.
Adrián Prunotto
No hay comentarios.:
Publicar un comentario