lunes, 28 de octubre de 2013

La Tempestad Calmada

Una vez estando Jesús con sus discípulos en una barca, Él se durmió y se desató una fuerte tormenta con olas inmensas y un fuerte viento. Los discípulos viendo que la barca se estaba hundiendo lo despertaron a Jesús y Él increpó al viento y a las olas y todo quedó en calma. Jesús les dijo ¿Porqué no tuvieron fe? y ellos temerosos y asombrados por la calma no dijeron nada.
Jesús aunque parezca a veces dormido, está siempre cuidándonos, así que aunque parezca que nuestras oraciones no son escuchadas, sí lo son y pronto obtendremos respuesta. Amén



Adrián Prunotto

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