En una ocasión iban Jesús con sus discípulos y se les apareció el jefe de una Sinagoga llamado Jairo y se echó a los pies de Jesús, pidiéndole que sanara su hija que estaba muriendo. Jesús lo siguió camino a su casa y salieron al encuentro los sirvientes y le dijeron a Jairo que no molestara a Jesús, que su hija había muerto, y Jesús dijo, no está muerta sino que duerme y todos se reían de Él. Entonces entró a la habitación de la niña , acompañado por Pedro y Juan y le dijo a ella "anda, levántate y camina", al instante se incorporó y sus padres le dieron de comer, pero lo más importante de este relato es que Jesús antes de resucitar a la niña , le dijo al padre "no temas, basta que creas y se salvará". En hebreo salvar y sanar significan lo mismo, así que tenemos que creer para que se realizen los milagros. Amén
Adrián Prunotto
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